El presidente de YPF, Horacio Marín, consideró que el precio del combustible podría bajar en octubre, tras cinco años de subas consecutivas. El disparador sería la caída del precio internacional del barril de crudo.
“El precio del combustible depende del precio del petróleo. Si el valor del crudo baja, los usuarios no tienen que subvencionar a YPF, porque no es justo que nosotros tengamos una ganancia arriba de lo lógico que tiene que tener la venta de combustibles. Así mismo, cuando sube, nosotros no podemos no subir el precio del combustible, porque habría una subvención de YPF a los usuarios y eso tampoco es justo”, comentó el líder de la compañía.
“El precio del barril bajó USD 10 y en la última semana subió USD 4. Estamos analizándolo y prometo que la semana que viene vamos a tener una definición. Puede ser que bajemos el precio del combustible”, reconoció Marín.
No está claro de cuánto podría ser la baja, pero sí hay razones para pensar que la reducción, en caso de concretarse, será mayor en el gasoil.
“Cuando ingresamos a YPF, vimos una gran distorsión de precios relativos entre la nafta y el gasoil respecto de los precios internacionales. El valor de la nafta en Argentina, respecto de los precios internacionales, estaba mucho más bajo de lo que estaba el gasoil, por lo que no se puede hacer el mismo ajuste para los dos combustibles”, explicó Marín en una entrevista para LN+.
Fuera de esto, se debe considerar que hay otros factores que inciden a favor de un aumento. Si bien la inflación general viene desacelerando, aún está lejos de los niveles buscados por el Gobierno nacional y los incrementos constantes de los costos encarecen la producción de parte de las petroleras. A eso se suma el impacto de las subas impositivas aplicadas al sector y el efecto de la devaluación mensual del 2%. Pese a esto, Marín no descartó que el balance de costos dé como resultado una baja en el valor de los destilados.
En el último año los combustibles subieron más de 300%. (Maximiliano Luna)
Por otro lado, el presidente de YPF hizo referencia al achicamiento de las diferencias de precios entre las diferentes regiones de Buenos Aires. “Cuando nosotros ingresamos, la diferencia entre la Capital Federal y el conurbano estaba en el orden del 15%. Hoy está en el 2% o 3%, prácticamente nada. Eso parte de una justicia lógica. No puede ser que en el conurbano el combustible sea más caro que en la Capital Federal”, subrayó.
Años de aumentos
El presidente de YPF no dio demasiadas pistas de cuál puede ser el porcentaje de la baja de precios, pero es un hecho que la reducción no será lo suficientemente grande como para compensar las subas de los últimos meses.
Hace un año, en septiembre de 2023, las estaciones de servicio de la petrolera estatal cobraban $240,50 por el litro de nafta súper en Ciudad Autónoma de Buenos Aires (CABA), $308,70 por la premium, $258,40 por el gasoil y y 352,70 por el diésel Euro. Tres meses más tarde, devaluación mediante, los valores en boca de expendio duplicaron su valor y el ritmo de aumentos se hizo cada vez mayor.
Hoy, el litro de nafta súper tiene un precio de $1.059 en CABA, lo que implica un aumento del 340,3% en relación a igual mes del año pasado. Fue algo menor el nivel de ajuste que tuvo la nafta premium, que pasó de $308,70 a $1.309 (324%).
En lo que respecta al gasoil, el aumento de los últimos doce meses de la versión común fue de 319% (hoy cuesta $1.084), mientras que la versión premium tuvo un salto de 278%.