El clima estaba raro incluso desde antes de que arrancara el partido. Cuando los micros de San Lorenzo estaban llegando al Malvinas Argentinas para enfrentar a Godoy Cruz fueron recibidos con una lluvia de piedras y hubo dos personas del staff cuervo que sufrieron heridas cortantes. Pero los incidentes siguieron durante el partido y hasta estuvo varios minutos parado el juego en el final del primer tiempo.

Transcurría el primer tiempo cuando a la cabecera ubicada detrás del arco que defendió Chila Gómez durante el primer tiempo ingresó un grueso grupo de hinchas del Tomba que claramente tenían intenciones de generar lío, por eso enseguida fueron repudiados por el resto del público presente.

Piñas y piedrazos entre los hinchas de Godoy Cruz

Primero, cerca de los 25 minutos de juego, cayó en el área una bomba de estruendo y el árbitro, Nazareno Arasa, frenó el partido para hablar con las autoridades policiales. El juego se reanudó, pero unos minutos después, cuando ya el local ganaba 1-0 por el gol de Ulariaga, el arquero llamó al juez porque le estaban lanzando proyectiles.

Incluso, Chila Gómez tuvo que sacar unos cuatro a cinco pedazos de piedras de importante tamaño que le estaban lanzando. intentaron seguir, pero enseguida el partido tuvo que volver a detenerse y estuvo parado por varios minutos…

En la tribuna en cuestión hasta se pudo observar golpes de puño entre los hinchas, entre aquellos que lanzaban proyectiles y los que pretendían detenerlos. Ni siquiera la intervención de los jugadores del equipo mendocino lograron frenar el problema: porque el partido volvió a reanudarse, Bareiro empató pero el VAR llamó y en ese momento nuevamente empezaron los piedrazos y otra vez el juego detenido.

“Media piedra más y lo suspendo”, avisó Arasa, cansado de tener que frenar el partido constantemente. ¿Qué pasó? El partido siguió, Giay lo empató y mientras Chila Gómez sacaba piedras del campo de juego.

Pero pese a que los jugadores y el árbitro hicieron todo lo posible para poder terminarlo, en el arranque del complemento la historia se volvió a repetir y Arasa no dudó. “Agotamos todas las instancias pero no estaban dadas las garantías y lo más sano es suspender”, afirmó luego de tomar la decisión de interrumpir el encuentro.