La reanimación cardiopulmonar (RCP) es una técnica que si se hace correctamente puede salvar vidas. Se utiliza en situaciones de emergencia cuando una persona sufre un ataque cardíaco por distintas causas, entre ellas ahogamiento, en donde la respiración y los latidos del corazón se detienen. Si bien existen cursos de primeros auxilios para aprender a actuar en este tipo de situaciones, se trata de un momento de mucha tensión y nervios en donde no resulta sencillo aplicar los diferentes pasos que se deben hacer.
Si te encuentras ante esta situación y nunca antes has realizado una RCP, ten claro que intentarlo siempre es la mejor opción hasta que lleguen las emergencias. Hay que tener en cuenta que aplicar esta técnica puede suponer salvarle la vida a una persona. No obstante, es importante conocer cómo se debe realizar este proceso.
Para saber si la persona respira, coloque una mano en su pecho. Si en 10 segundos no se siente la respiración, hay que comenzar con RCP hasta que llegue la ambulancia.
En caso de estar acompañado por algún tercero, se debe proceder a realizar la RCP mientras el tercero llama al 100 (Bomberos). Si estás solo, antes de realizar la reanimación encárgate de llamar al 100.
Es importante no cortar la llamada, contestar todas las preguntas y brindar la mayor información posible al operador.
Para tranquilidad de la persona, la ambulancia va en camino mientras el operador continúa haciendo las preguntas.
Pasos para realizar correctamente una RCP
Sacudir a la persona o gritarle para comprobar si está consiente, dar aviso al 107, comprobar la respiración y si no respira iniciar la RCP.
En los últimos años hubo un cambio de protocolo y la provisión de respiraciones boca a boca ya no es un paso fundamental sino opcional.
La Asociación Estadounidense del Corazón utiliza siempre las letras C-A-B para ayudar a recordar el orden en que se debe realizar una reanimación cardiopulmonar: ‘Compression’, ‘airway’ y ‘breathing’ que en español viene a ser compresión, vía respiratoria y respiración. Para realizar la compresión, utilizaremos las dos manos presionando con fuerza y rápidamente en el pecho, intentando seguir un ritmo constante. Este paso es el más importante. Para hacerlo correctamente, debemos acostar a la persona en una superficie firme y segura si es posible.
Después, nos arrodillaremos junto al cuello y los hombros colocando la parte inferior de la palma de la mano sobre el centro del pecho. La otra mano, se colocará justo encima. Luego, es el momento de presionar con firmeza a un ritmo de 100, 120 comprensiones por minuto hasta que llegue la ambulancia.