ROSARIO.– El Ministerio de Educación de Santa Fe logró tabular la “profundidad” de la crisis entre los estudiantes que cursan el secundario, a través de un estudio que enciende alarmas: el 52% de los alumnos que se inscribió el año pasado adeuda por lo menos una materia; y de ese porcentaje más de la mitad (74.000 adolescentes) deberá rendir cuatro o más asignaturas, con lo cual está en serio riesgo la continuidad de la escolaridad, luego de que el actual Gobierno provincial anulara el llamado sistema de “avance continuo” que se estableció en la post pandemia y que cancelaba la repitencia.
A este escenario complejo se suma otro factor, que detectaron las autoridades, como es un alto porcentaje de inasistencias. El informe precisa que unos 44.000 estudiantes no concurrieron a clase de manera “sostenida” durante 2023.
Ante esta situación, el ministro de Educación de Santa Fe, José Goity, anticipó que se va a convocar a los alumnos uno por uno, a través de los mensajes que recibirán sus padres en la libreta digital, para que en febrero concurran a la escuela. “Nuestro objetivo no es esconder el problema debajo de la alfombra como se hizo durante años. Es necesario revalorizar la educación secundaria con mayor exigencia para que no sea solo un certificado, sino que sirva para que los chicos puedan insertarse en un mundo laboral complejo y en estudios más avanzados, que después no pueden terminar por el déficit en la formación”, explicó a LA NACION Goity.
En el medio del panorama sombrío que trazaron las autoridades del Ministerio de Educación de Santa Fe está la tensión latente de que las clases no puedan arrancar por las discusiones paritarias. Los gremios estatales de esta provincia tienen una dinámica gremial extrema, y las medidas de fuerza implican huelgas extensas. Los gremios reclaman un incremento salarial de 84% en función de la llamada cláusula gatillo firmada en la paritaria 2023, que ató la recomposición de los haberes al Índice de Precios al Consumidor (IPC) que mide cada mes la provincia, que cerró 2023 con una suba de 215 por ciento.
El Gobierno de Maximiliano Pullaro señaló que esta nueva administración va a pagar de acuerdo a los ingresos de las arcas públicas. Durante 2023, según los datos oficiales, el incremento de los recursos públicos fue del 123%”. Es decir, un 92% por debajo de la inflación. Pasado mañana los gremios que nuclean a los docentes públicos y privados fueron convocados para la segunda ronda de discusiones paritarias, que amenaza ser con el ceño fruncido de parte de los sindicatos, que declararon el estado de alerta. La idea del Gobierno es que se pueda desactivar en este año complicado por la agitación inflacionaria un inicio de clases con paros.
Por debajo de las tensiones por las paritarias aparece un panorama complejo en materia educativa, sobre todo en el nivel secundario. El relevamiento que la cartera de Educación provincial señaló que de los 258.000 estudiantes registrados en la provincia en 2023, el 52% (134.000 alumnos) adeuda al menos una materia. Dentro de ese universo, más de la mitad, el 55%, debe rendir cuatro o más asignaturas, mientras que otros 46.000 adolescentes (35% de los estudiantes que no promocionaron el año de forma regular) deben una o dos materias.
“No queremos dejar solos a los estudiantes. Todos vamos a acompañar el proceso de intensificación de días de clases. Cada director va a reorganizar institucionalmente los recursos humanos para llevar adelante estas instancias de clases intensivas”, señaló la secretaria de Educación Carolina Piedrabuena. El período lectivo formal está previsto que comience en Santa Fe el próximo 27 de febrero.
Regularizar la situación
Del relevamiento se desprende que hay 44.000 estudiantes que no lograron una asistencia sostenida en las escuelas. “Eso quiere decir que, en la normativa que recuperamos en la que un estudiante para tener regularidad debe tener el 80% de asistencia, no habrían podido regularizar su situación”, aclaró Piedrabuena.
El informe indicó además que dos de cada diez estudiantes santafesinos tuvieron asistencia nula al aula. Nominalmente, se trata de 9000 alumnos que estaban inscriptos en el sistema y cargados en la planilla, pero que nunca se presentaron a clase. En otro tramo el documento mostró que unos 4000 estudiantes (9%) que no alcanzaron el 25% de asistencia en el salón de clase, mientras que siete de cada diez (71%) de los estudiantes con menos del 80% de asistencia rondaron entre el 25% y el 75% de presencialidad en el colegio.
En marzo de 2023, la anterior gestión provincial lanzó el proyecto de Avance Continuo, un sistema de “no repitencia” que se puso a prueba en el 20% del total de escuelas secundarias santafesinas. Mediante este plan, los estudiantes que adeudaban materias podían seguir avanzando en sus estudios, mientras iban a clases de apoyo a contraturno para aprobar esas asignaturas adeudadas. La gestión de Pullaro dio de baja este programa. Goity explicó en ese momento que era “improvisado”, ya que si bien “mejoraba tasas de egreso, no daba garantía de que mejore aprendizajes”. “Era ocultar un problema que ahora estalló, después de la pandemia”, agregó.
“Vamos a implementar un modelo predictivo, en base en un trabajo con datos, para evitar que los alumnos abandonen la escuela. Es un sistema de alerta temprana que buscará llegar antes de que se desencadene un problema mayor”, señaló Goity.
El ministro de Educación explicó a este diario que “el objetivo de que se revalorice el secundario tiene que ver con que la familia del alumno, que le cuesta esfuerzo y mucho dinero para que termine, también se de cuenta que una buena formación y una mayor exigencia va a generar nuevas herramientas en este mundo tan complejo”.