En la segunda jornada de testimonios se dieron a conocer nuevas versiones y perspectivas sobre los hechos que tuvieron lugar en una vivienda en Pilar.
En la primera declaración un amigo cercano de la víctima dijo lo siguiente: “Fuimos mejores amigos por mucho tiempo, ella me llamó a la madrugada para contarme todo”.
Según su testimonio, la joven había asistido a una fiesta en una casa donde había consumo de alcohol. En un momento, se encontró en una habitación donde múltiples personas ingresaron y comenzaron a abusar de ella. La víctima mencionó los nombres de los implicados y describió cómo se turnaron para cometer actos sexuales en su contra.
Además, afirmó que le arrojaron aceite de cocina durante el abuso. El testigo también hizo referencia a un video que circula en el que una de las chicas presentes esa noche contradice la versión de la víctima, lo que ha generado preocupaciones sobre posibles amenazas y sobornos en la comunidad.
En la segunda declaración una amiga de la víctima y hermana de una de las chicas que estuvo presente en la fiesta, detalló el consumo de alcohol y marihuana en la noche de los hechos. Según su testimonio, dos de las chicas mantuvieron relaciones sexuales con dos de los chicos, mientras que los demás se dirigieron a la habitación donde se encontraba la víctima.
Allí, según la testigo, los agresores formaron una especie de ronda y continuaron los abusos, mientras la víctima lloraba y pedía que su madre no se enterara. Dijo que le arrojaron aceite de cocina y cenizas y que la lastimaron con una botella. Aseguró que la joven se encontraba aparentemente dopada y no pudo reaccionar adecuadamente.
La tercera declaración proporcionó una perspectiva adicional, incluida la instigación a un menor a tener relaciones sexuales con la víctima, quien según el testimonio lloraba durante todo el proceso.
En la cuarta declaración la testigo expresó que después de los abusos, la víctima tenía miedo de cruzarse con los agresores y necesitaba estar acompañada en todo momento. Además, destacó que enfrentaba una hostilidad generalizada de la comunidad.
La quinta declaración perteneció a un testigo común que estuvo presente en la casa donde ocurrieron los hechos. Según su testimonio, tres personas, incluida la víctima, habían acudido al lugar.
Aseguró que no pudo presenciar lo que ocurrió en la habitación, ya que se quedó en el salón con otra chica. Sin embargo afirmó que la víctima parecía estar bien y feliz durante la fiesta, invitándolas incluso a unirse a ella en la habitación. También relató que, antes de marcharse, la víctima les dijo que todos habían tenido una buena noche gracias a ella y advirtió que denunciaría a cualquiera que hablara sobre lo sucedido.
La ronda de testigos continuará este jueves.
Fuente: Rafaela Noticias