El juez federal N°1 de Santa Fe, Reinaldo Rodríguez, procesó a los dos exjefes de drogas de Esperanza y Coronda que fueron detenidos por el encubrimiento a un narcotraficante santafesino.
Se trata de Lucas Gabriel Nos, de 41 años, quien se desempeñaba como titular de la Brigada del Departamento Las Colonias y Rubén David Moyano (40) que estuvo a cargo de la departamental San Jerónimo.
Ambos fueron procesados como presuntos coautores del delito de malversación de caudales públicos, en concurso real, con el de encubrimiento triplemente agravado, por ser el hecho precedente, un delito especialmente grave, por actuar con ánimo de lucro y por ser funcionarios públicos, también en calidad de coautores penalmente responsables, ambas figuras en concurso ideal con el delito de incumplimiento de los deberes de funcionario público, cada uno de ellos en calidad de autor.
El fallo, al que tuvo acceso Aire Digital, también alcanzó al suboficial y exagente de la Brigada de Esperanza, Matías José Cosentini, de 34 años, que igual que Nos y Moyano aguardó la reciente resolución tras las rejas.
El juez resolvió además que los tres policías atraviesen la causa judicial con prisión preventiva y además les trabó un embargo judicial a cada uno por $2.000.000 sobre sus bienes.
La denuncia, los videos y el encubrimiento
Los tres policías fueron detenidos en el marco de una investigación que impulsó el fiscal federal Gustavo Onel y cuyo inicio se dio a partir de un informe elaborado por el Organismo de Investigaciones (del Ministerio Público de la Acusación) que informó sobre una persona que denunciaba vínculos entre la jefatura del área de investigaciones de narcocriminalidad de la región de la AIC con un narcotraficante de la zona.
El puntapié fueron una serie de videos en donde se vio a un hombre con una bolsa de dinero descender de una Volskwagen Nivus y dirigirse hacia un Volskwagen Gol. Mediante informes se determinó que de la Nivus descendió un presunto narco identificado como Daniel Segovia, el cual quedó en la mira de la Justicia Federal a raíz de un caso de violencia de género que tuvo lugar en una vivienda de Castelli al 4300 de Santa Fe, el 14 de mayo.
Ese día la policía llegó al domicilio y secuestró del interior armas de grueso calibre, municiones y drogas, por lo que se inició una causa en la que Segovia quedó como el principal acusado.
Recientemente, fue detenido el pasado 8 de agosto en un departamento de Avenida Alem y Vélez Sarsfield de la capital provincial.
Según la investigación, Segovia bajó de la Nivus y subió al Gol que pertenecía a la Brigada de Drogas de Esperanza y el cual fue retirado por el suboficial Cosentini el 24 de febrero de este año y devuelto cuatro días después a la dependencia esperancina.
El retiro del vehículo se dio cuando Nos se encontraba de licencia y la repartición había quedado a cargo de Moyano, sin embargo, la Fiscalía acusó a Nos que, si bien se encontraba de vacaciones, supo mantener contactos con la Fiscalía por otras causas y hasta habría participado de un allanamiento.
“Si bien Cosentini fue quien retiró y devolvió el vehículo en aquellas fechas, y aun cuando de momento se desconoce quién lo condujo el día 24 de febrero, oportunidad en que se visualiza a Segovia descendiendo del móvil policial, aquella circunstancia coloca a Moyano en un plano de coautoría con Cosentini y con Nos, por encontrarse a cargo transitoriamente de la Brigada de drogas de Esperanza”, consideró el juez en su resolución.
“Las más elementales reglas de la lógica, el sentido común, y los deberes funcionales de contralor que legalmente les cabían a Nos y Moyano -este último de manera transitoria-, impiden concluir que podían desconocer que en el período señalado el rodado que tenían a su cargo no fuera utilizado para los fines ilícitos acreditados, mucho más cuando no se le habían encomendado tareas atinentes a la función policial”, agregó el magistrado.
Teléfono caliente
El fallo del juez Rodríguez se dio justamente horas después que en la Justicia provincial, el policía Pablo Pérez, perteneciente a la División Judicial de la Unidad Regional I, quedó en prisión preventiva por adulterar pruebas en el marco de una causa que pesa contra Cosentini por haber perdido su arma reglamentaria.
Dicha causa se encuentra a cargo del fiscal Ezequiel Hernández, que imputó a Pérez, entre el 4 de julio de este año y el lunes 7 de este mes, inutilizó un teléfono celular marca Iphone modelo 7 y su respectiva tarjeta SIM que era propiedad de Cosentini.
La situación fue advertida a partir del pedido de peritaje que solicitó Hernández al teléfono de Cosentini tras enterarse por las noticias que el exagente de drogas había quedado envuelto en una causa de encubrimiento al narco Segovia.
Pérez además fue acusado de destruir un DVD con los registros de audio y video del allanamiento a la casa de Cosentini y como si fuera poco, se lo imputó haber reemplazado la hoja en donde se plasmó el secuestro del DVD y estamparle su sello con el fin de otorgarle apariencia de legalidad.
Por la causa, el agente de la División Judicial fue detenido el miércoles y tras un acuerdo con su abogado defensor, Martin Peón, aceptó quedar en prisión preventiva, la cual fue dictada el último viernes por el juez Gustavo Urdiales.
Ignacio Mendoza – Aire Digital