Bruno Rodríguez se graduó este miércoles por la tarde de Ingeniero en Sistemas de Información en la Universidad Tecnológica Nacional (UTN) Facultad Regional Santa Fe, según dio a conocer el área de Prensa de la facultad. Este logro es fruto de su esfuerzo personal, inteligencia y constancia, entre otras virtudes, como la de muchos jóvenes que llegan a ese final. Pero para la institución fue todo un proceso de adaptación para hacer más accesible los procesos de aprendizaje.
El paso de Bruno por la UTN dejó como saldo desde mecanismos novedosos de enseñanza, proyectos de investigación, ponencias en congresos, un sistema especial para que personas ciegas puedan programar, hasta una tesis doctoral en educación sobre accesibilidad en carreras de ingeniería.
Bruno no ocultó su felicidad al recibirse. “Es una alegría inmensa y agradecido a la facultad y a toda la gente que me ayudó a llegar a esta instancia. A los amigos, a los compañeros… fue un proceso largo, casi diez años”, destacó.
El camino no fue sencillo, pero siempre encontró la forma de seguir adelante. “Sí, fue difícil, fue difícil. Pero cada obstáculo que surgía lo íbamos sorteando, adaptando material y acomodando las cosas para poder avanzar”, contó.
Para Bruno, la experiencia fue de aprendizaje mutuo. “Así como fue una buena experiencia para mí, los profesores también aprendieron mucho de enseñar a una persona ciega, de interactuar y aplicar otras metodologías”, reflexionó.
Su logro es también un mensaje de aliento a otros jóvenes. “Ya hubo algunos chicos ciegos que han ingresado a la carrera, incluso en otras regionales de la UTN. Creo que cualquiera lo puede hacer, porque hoy la tecnología brinda herramientas que facilitan mucho. Pero lo principal es la constancia”, remarcó.
Actualmente, Bruno está trabajando como programador en una empresa local como desarrollador y uno de esos trabajos fue su proyecto final de carrera dirigido por el docente Ing. Cristian Impini y la Dra. Milagros Gutiérrez que rindió como materia final. “Hace unos tres o cuatro años que estoy en Iberia, una empresa de software. A veces trabajo remoto y otras veces desde la oficina”, explicó.
El título lo llena de satisfacción, pero también lo impulsa a nuevos desafíos. “Es una alegría linda, estoy contento. Ahora a descansar un poco de esto y a seguir aprendiendo las nuevas tecnologías y herramientas que hay para crecer como profesional”, concluyó.
Primer ingeniero ciego graduado en la UTN.
Los cambios institucionales, paso a paso
Desde el comienzo de la carrera de Bruno, en la UTN “se planteó un acompañamiento fuerte con tutores para socializar y que pueda adaptarse a la vida universitaria”, comentó el Ing. Román Llorens, actual secretario de Gestión Institucional y quien fuera encargado del tema accesibilidad en la facultad. “También hubo acompañamiento para los docentes. Lo primero que se hizo fue acercar a los docentes de la secundaria de Bruno con sus profesores de primer año de la facultad para poder abordar los primeros contenidos”, agregó Llorens.
Con Bruno en el aula muchas cosas empezaron a cambiar en la UTN Santa Fe. “Era una enseñanza doble, de ida y vuelta. De cosas muy sencillas hasta algunas más complejas. Aprendimos, por ejemplo, que cuando uno se para a explicar en el pizarrón no podés decir acá, allá, sino que hay que describir todo”, comenta la Dra. Milagros Gutiérrez, directora del Departamentos de Ingeniería en Sistemas de información.
Bruno en el festejo postgraduación.
Uno de los primeros pasos se dio en el Área de Materias Básicas (física, química y matemática) donde la docente Valeria Bertossi, de Análisis Matemáticos 1, diseñó un pizarrón magnético con hilos para explicar funciones. Ella desarrolló todo un dispositivo especial de enseñanza para personas ciegas que llevó adelante como tema de investigación e inclusive logró presentarlo en congresos. Todo lo realizado fue a costo y por iniciativa de la docente como en la mayoría de los casos.
También crearon un programa especial que denominaron “BruniFIER” con la docente Marta Castellaro, de la cátedra de Algoritmos. La idea era adaptar el programa con el cual los chicos aprenden a programar para ser utilizado por una persona ciega. El programa, con el cual casi todos aprendían, trabajaba con entonos visuales y a Bruno no le servía porque su lector de pantalla no podía leerlo. El “BruniFIER” solucionaba esta situación.
“Nosotros tenemos muchas cuestiones gráficas en la carrera de Ingeniería en Sistemas de Información. Por ejemplo, en primer año en Sistemas de Procesos de Negocios la docente, Rosana Portillo, compraba plasticola y le hacía los modelos con relieve para enseñarle lo que significaban las flechas, triángulos y para que él pueda interpretar los modelos”, recuerda la doctora Gutiérrez.
En segundo año, él ya había entendido el significado de los modelos y en la materia Análisis usaron un lenguaje con etiquetas al estilo XML (Extensible Markup Language). Este formato permite estructurar y compartir datos de manera que puedan ser entendidos tanto por humanos como por máquinas que le enseñaba como definir los modelos de análisis de sistemas. El leguaje ya existía, lo que hiso el docente fue adatarlo para el uso de una persona ciega y enseñárselo a Bruno.
“Por ejemplo, para enseñarle los árboles, que son estructura de datos abstractas, también era sentarse con Bruno y le preguntábamos como le venía mejor para entenderlas. Él nos iba guiando y nos decía “si vos pones un paréntesis yo lo voy a entender de esta manera”, y así fuimos avanzando”, comentó la doctora Gutiérrez.
“El clic nuestro fue aprender que cuando estaba Bruno teníamos que decir con palabras todo lo que estábamos viendo. Describir todo al detalle cuando trabajábamos con imágenes. Por ejemplo, el Power Point o nuestro campus virtual no es accesible y él nos iba guiando para poder hacerlo accesible. Otro de los trabajos especiales era que los docentes se tenían que poner a pasar todo a texto para que lo pueda registrar su lector. Este no leía bien los archivos en PDF entonces había que pasarle todo a Word y los docentes se encargaban de eso”, aclaró la directora del Departamento Sistemas de la UTN.
Bruno Rodríguez rindió este miércoles por la tarde el trabajo final de la carrera y se graduó como ingeniero.
Según Llorens, “en primer año hubo todo un proceso más de didáctica creativa de los docentes usando pizarras imantadas, plasticolas 3D y hojas texturadas. Se trabajo cátedra por cátedras haciendo previas de la cursada. Se hablaba con los equipos docentes y se hacían reuniones con el previo al arranque de la clase para ir trabajando la accesibilidad a los materiales de estudio. Eso lo fuimos trasladando año a año, juntando los docentes de primero con los de segundo y luego estos con los de tercero. Así fuimos pasando de una didáctica más creativas a algo más profesional para adaptarlo a su vida profesional”.
El Simae, un sistema sofisticado
A medida que Bruno fue avanzando en la carrera las complicaciones fueron apareciendo y se necesitaban cuestiones más sofisticadas para abordar en proceso de enseñanza aprendizaje. En el Departamento de Sistemas se armó un proyecto de investigación donde se abordó el tema y se creó el sistema especial de marcado de código con otras tecnologías. Ya el “BruiFIRE” no alcanzaba. Se creó la herramienta, denominada Simae, Sistema de Marcado Estructural de Código Fuente para Programadores con Discapacidad Visual.
La audiencia durante la exposición. Crédito: Gentileza UTN
Este programa agrega información contextual en los códigos que se escriben al programar, a modo de comentarios. Esta información describe la estructura que se está desarrollando, permitiendo por ejemplo advertir errores en la construcción, para que todo esto sea tomado por los lectores de pantalla (utilizados por las personas con discapacidad visual) que traducen a voz lo que se está construyendo. La herramienta brinda información ignorada en ese momento por los sistemas existentes que al reproducirse en audio facilita la comprensión y edición de los programas.
Luego, este desarrollo se extendió a otros lenguajes de programación, otros idiomas y se creó un sitio web donde es accesible para todo el mundo (https://simae.info/). Junto a Bruno, se armó un grupo de usuarios ciegos que lo fueron probando y mejorando con el aporte de ellos. El doctor Pablo Marccheti, docente e investigador de la UTN Santa Fe, que ya había adaptado material para enseñarle lógica a Bruno, estuvo a cargo de este proyecto Simae.
“Cuando Bruno se anotaba a cursar una materia la catedra se juntaba y había docentes que pedían darle clases aceptando el desafío de hacer más accesible la catedra”, recordó Gutiérrez. “No solo se adaptaban las clases. Los exámenes se le entregaban un rato antes a él para que pueda leerlos y sortear los inconvenientes”, comento Golobisky, docente investigadora de la Carrera de Ingeniería en Sistemas de Información.
Tesis doctoral
Además, fruto de esta experiencia con Bruno, el ingeniero Llorens decidió encarar un Doctorado en Educación en la Facultad de Humanidades y Ciencias de la UNL y tomar como tema de tesis la “Accesibilidad en Ingeniería, estudiando el caso en particular de estudiante ciego en la carrera de Ingeniería en Sistemas de información”. La idea es estudiar todo el recorrido de Bruno y como la comunidad universitaria fue tomando todo este proceso.
Fuente: El Litoral