La tormenta desatada en gran parte de la región en las primeras horas del martes tuvo un fuerte impacto en nuestra ciudad, donde en un lapso menor a dos horas cayeron 130 milímetros.
En medio de la fuerte lluvia, cuando las calles se anegaron y algunas viviendas sufrieron el ingreso de agua por los patios, operarios municipales y el propio responsable de Servicios Públicos, Ignacio Boretto, desplegaron diversas acciones, entre ellas instalar dos bombas, para hacer más eficiente el escurrimiento y así mitigar las consecuencias del clima.
En tiempos donde algunos apuntan a retirar el Estado y lo demonizan, vale reconocer la tarea de los empleados municipales y del propio funcionario, quienes trabajaron durante toda la madrugada sin dormir y enfrentando el temporal.
Gracias a estas acciones, nuestra ciudad solo padeció un mal momento y cuando empezó el movimiento habitual de todos los habitantes, las calles habían vuelto a la normalidad.


