La crisis del sector siderúrgico parece no tener un piso: la planta de Villa Constitución de Acindar había anunciado un parate en la producción que preveía ser de tres semanas. No obstante, los directivos de la empresa notificaron al sindicato de trabajadores metalúrgicos que la fábrica podría trabajar sólo dos de los próximos seis meses que quedan del año.
El conflicto en la siderúrgica más importante de Santa Fe tiene como corolario la caída de la inversión privada y la desaparición de la obra pública que originaron una retracción del 40% en la venta de productos metalúrgicos. Esto generó que la planta más importante de la firma, dependiente del grupo Arcelor Mittal, detuviera su producción entre marzo y abril durante casi un mes, a lo que se sumó una nueva detención el viernes 14 de junio por otras tres semanas.
Las autoridades de la planta se comunicaron con los referentes sindicales de la Unión Obrera Metalúrgica (UOM) para anunciarle a los trabajadores un nuevo capítulo en esta etapa de detrimento en la industria: la planta no trabajará por 120 o 135 días, lo que se traduce en un parate de al menos cuatro de los seis meses que todavía quedan de 2024.
“Nos plantearon un esquema de trabajo de dos meses para los próximos seis”, adelantó el secretario general de la regional villense de la UOM, Pablo González al diario El Norte, de San Nicolás, lo cual se agrega a un escenario de trabajadores suspendidos, salarios atrasados y un proceso abierto de retiros voluntarios. Según detallaron desde el gremio, los trabajadores suspendidos recibirán el 83% de su sueldo de bolsillo, mientras que el ingreso del mes de agosto será de 80%, mientras que en septiembre será de 70% hasta fin de año.
La retracción del uso la capacidad instalada de las empresas metalúrgicas fue muy notable: una baja de 10 puntos interanuales en la industria en general, donde cinco de cada diez (56,6%) máquinas de un taller metalúrgico están trabajando, mientras que Acindar pasó de producir 1,2 millón de toneladas anuales a 600 mil, dado que su principal núcleo comprador es la industria de la construcción. Muerta la obra pública y caído el sector de la construcción, la empresa sólo acompañó la caída.
“Hace veinte años que trabajo en la fábrica y nunca hubo un nivel de producción tan bajo”, apuntó Gonzalez y anticipó que “por como vienen las cosas, lamentablemente tenemos que prepararnos para un conflicto como el de 1991”, el cual fue uno de los encontronazos más duros entre el sindicato y la empresa, conflicto que duró más de tres meses.
Sólo en Santa Fe, la industria cerró el primer cuatrimestre del año con una caída del 14%, según la Federación Industrial de Santa Fe (Fisfe) mientras que la Asociación de Industriales Metalúrgicos de la República Argentina (Adimra) apuntó que la actividad metalúrgica sufrió una retracción de 21,1% en los primeros cuatro meses del año en la provincia.
El 90% de las ramas industriales analizadas en la provincia de Santa Fe registró una caída interanual de su producción durante el cuarto mes del año. Más de 50 actividades fabriles relevadas registraron una disminución en torno a un 20,5%, con una mayor incidencia en la producción vehículos automotores (75,2%), industria siderúrgica (57,4%), maquinaria agropecuaria (36,5%), carrocerías-remolques (36,2%) y de productos de metal y servicios de trabajo metales (-28,1%). Según la central industrial santafesina, los niveles de producción quedaron “sustancialmente” por debajo de los últimos tres años.
El sector metalúrgico es uno de los más castigados por el freno de la actividad económica y la caída del consumo. Con respecto al mes anterior el sector registró una baja del 0,7% y, de esta manera, durante los primeros cinco meses del año acumula una retracción del 8,9%.