Con 2.000 kilos de chocolate del más rico sabor artesanal, Bariloche elaboró la barra de chocolate más larga del mundo, superando un nuevo récord con 215 metros que deleitó a miles de turistas y residentes que presenciaron el gran evento.
La elaboración en vivo, con 150 maestros chocolateros en acción, generó entusiasmo en la propuesta más esperada de la Fiesta Nacional del Chocolate que congregó a miles de personas esta tarde cuando el sol comenzaba a bajar.
Turistas de distintos puntos del país, barilochenses y extranjeros, especialmente llegados de Chile pero también de lugares lejanos como Guatemala, fueron parte del público que siguió el minuto a minuto de la elaboración, ansiosos por obtener una porción.
La calle Mitre se transformó en un mega molde de chocolate que se extendió por más de dos cuadras, desde los arcos del Centro Cívico hasta la intersección con Villegas, un enorme mesón para fabricar la barra que demandó 2 toneladas de chocolate y 500 kilos de frutos secos, que en cuestión de pocos minutos estaba lista para disfrutar.
La logística de la barra de chocolate tiene proceso bien dinámico y ágil. En distintos puntos de la barra se colocaron templadores de chocolate que iban proporcionando el producto líquido para aportar al molde.
Mientras que unas manos de maestros chocolateros, trabajadores de fábricas artesanales locales y estudiantes de la Escuela de Hotelería y Gastronomía esparcían el sabor más dulce, otras arrojaban arriba los frutos secos, nueces, almendras, maní y pasas de uva para que se fusionen con el chocolate previo a una nueva capa.
En esta misión conjunta cada uno de los voluntarios que participaron tenía una tarea específica para realizar y así con una coordinación precisa, se logró concluir la barra.
La elaboración comenzó cerca de las 18:30 luego de la cuenta regresiva de los animadores de la fiesta y ante la mirada atenta de miles de turistas apostados detrás de un vallado bajo. Para las 18:50 ya estaba lista la enorme barra, aunque se debió esperar unos minutos para que se seque y endurezca. El sol en algunos sectores del molde retrasó el secado del chocolate, pero los maestros chocolateros agitaron sus espátulas y aguardaron unos minutos hasta que finalmente se concretó la solidificación del chocolate y la barra pudo ser cortada en pequeños trozos, que luego fueron repartidos entre el público.
Mientras los chocolateros trabajaban en la elaboración, los turistas aplaudían y gritaban para alentar a los especialistas que pertenecen a todas las chocolaterías que participan de la organización de la fiesta, cada uno con sus gorros y delantales distintivos.