Desde hace 15 años, Juan Carlos Ternavasio y Sandra Romano, viven en San Jerónimo del Sauce la localidad más antigua del departamento Las Colonias. Pero una actividad, hobby o pasatiempo que comenzó hace tres años los convirtió en los verdaderos “guardianes de la historia” del pueblo.
El Litoral llegó a la localidad para sumarse a Juan Carlos y Sandra y encontrar esos tesoros que se esconden bajo el suelo de San Jerónimo del Sauce desde hace unos 200 años.
En estos tres años Juan Carlos y Sandra lograron recuperar más de 100 objetos de incalculable valor. Entre ellos distintos tipos de hebillas, utensilios, frenos de mula, balas de distinto calibre, cartucho “Lefaucheux” utilizados entre 1840 y 1890, una moneda Confederada de 2 centavos de 1854, una moneda de 5 décimos de cobre de 1827, 4 Reales de plata (acuñada en Cusco, Perú) de 1836, 2 centavos de Patacón de 1884, Medio Real de plata de 1840 del gobierno de la provincia de La Rioja, un caldero de bronce.
Además una medalla conmemorativa en homenaje a los fundadores de la Colonia San Carlos de 1908; botón plano dorado fabricado en Inglaterra entre los años 1780 y 1840, botones de indumentaria de Los Lanceros del Sauce, medalla religiosa del siglo 17 o 18 (una medalla similar fue encontrada en España, por lo que se presume fue utilizada por franciscanos), balas de mosquete, porta baqueta de mosquete y botones gauchescos que se importaban desde Europa a principios del siglo 19.
El drone de El Litoral sobrevoló el campo de búsqueda Crédito: Fernando Nicola
Sobre este tema Ternavasio manifestó que ante cada elemento que se recupera, luego de la limpieza y puesta en valor, comienza la tarea de investigación para conocer de que se trata y su origen.
“Hay piezas que no sabes lo que son, por ejemplo encontramos una pieza de bronce y enviamos las fotos a los grupos de whatsapp de la que forman parte detectoristas de varios lugares del mundo y pudimos saber que era la parte de un mosquete. Yo nunca podía saber que era parte de un arma, es muy lindo para conocer la historia, te llevas una sorpresa enorme”.
Ternavario al momento de extraer una pieza enterrada. Crédito: Fernando Nicola
Influencia en la historia
Por su parte Nahuel Ramos, integrante del Archivo Histórico de San Jerónimo del Sauce, precisó a El Litoral que los hallazgos de Juan Carlos y Sandra tienen una influencia significativa en la historia de la localidad. “Es impresionante, el trabajo de ellos influye en la historia del pueblo, dado que se han encontrado objetos muy valiosos. Hay una medalla colonial del siglo 17 utilizada por los franciscanos, y eso nos termina de contar la historia. Cuando se expulsa a los jesuitas, estos aborígenes que estaban en reducciones son atendidos por los franciscanos. Esa medalla con la imagen de San Francisco de Asís y San Antonio de Padua, nos hablan de los elementos que usaban para evangelizar”.
Al momento ya encontraron más de 100 metales de valor histórico en San Jerónimo del Sauce. Crédito: Fernando Nicola
Ramos agregó que las balas de mosquetes y restos de armas marcan la fuerte militarización que había en el lugar. “Desde los fortines militares que se crean en 1817 para defender la frontera hasta los Lanceros del Sauce tuvieron una gran distribución en la zona en la defensa de la frontera contra el ataque de los indios montaraces y de otras provincias”.
“Esto comenzó por ese chico inquieto, curioso y aventurero que todos llevamos dentro. Me entusiasmo el tema de los detectores viendo algunos videos en internet, me parecía que era un pasatiempo muy lindo que lo podía combinar con mi gusto por la historia. Estamos en un pueblo con casi 200 años de vida, y ese fue el motor para comprar el detector y al poco tiempo mi esposa Sandra se enganchó en el hobby y así empezamos a trabajar en eso lindo que es recuperar la historia”, precisó Juan Carlos Ternavasio.
Ternavasio contó que ese primer descubrimiento fue sorpresivo. “Cuando comprás el detector, lo primero que hacés es ir al patio de tu casa. Tenes que aprender a manejarlo, adaptarte a los sonidos, ir conociéndolo, a sumar experiencia como todo. Después empezamos a recorrer las afueras del pueblo y empezamos a aparecer cosas importantes: botones gauchescos, una moneda de 1827 y nos dimos cuenta con Sandra que había mucho por trabajar”.
El Litoral presenció el momento de un hallazgo en San Jerónimo del Sauce. Crédito: Fernando Nicola
Con el descubrimiento de esos primeros objetos Sandra y Juan Carlos se pusieron en contacto con el Archivo Histórico Roberto Lance y del Museo Presbítero Lagger, para trabajar en conjunto y donar todos los tesoros que se encuentren.
“Dijimos desde un primer momento que todo lo que recuperemos, así tenga un valor material es patrimonio del pueblo y de la historia de lugar donde vivimos, y tenía que estar en el museo para que todos lo puedan conocer y observar. Siempre digo que es como encontrar una billetera, tiene que ir a lugar que corresponde, lo estamos devolviendo a sus dueños”, añadió.
Desde el drone de El Litoral así luce la localidad de Las Colonias. Crédito: Fernando Nicola
Tres años de intensa búsqueda
Por su parte Sandra Romano remarcó que fueron tres años de mucho trabajo. “Es un pasatiempo que lleva su tiempo con sol, lluvia, frío o calor, estás todo el tiempo con la pala y el detector. Pidiendo permiso en lotes privados y en las afueras de la localidad, con mucho orgullo entregamos al Archivo Histórico y al Museo más de 100 piezas, para que las futuras generaciones conozcan estos objetos de la historia de su pueblo”.
Para Sandra el comienzo de este hobby fue un cable a tierra, pero cuando empezaron a recuperar y encontrar objectos que forman parte de la historia de San Jerónimo del Sauce, es una conexión increíble. “Aprovechas los ratos libres para salir a encontrar cosas y que el museo tenga más patrimonio. Esta actividad se puso de moda en el último tiempo, por ello mucha gente sale a buscar con el detector oro, alhajas y otros objetos valiosos y cuando no encuentra eso porque no es fácil lo vende. Pero para nosotros es todo lo contrario, es un pasatiempo que compartimos con nuestros nietos”.
Aprender a escuchar los sonidos y decodificar el “valor” que marca el detector son las claves para buscar y encontrar esos tesoros escondidos. “Conocer el ID a través del valor que arroja el detector te permite identificar que tipo de metal es. Ya sabemos cuando es por ejemplo alguna moneda. Es cuestión una vez que suena agarrar la pala, escarbar y sorprenderse con lo que salga debajo de la tierra. También se encuentra mucha basura, por ello este hobby nos permite recuperar esos residuos y depositarlos en el lugar que corresponde”, precisó Sandra Romano.