Empoderada por el triunfo en las últimas elecciones de Santa Fe, la vicegobernadora Gisela Scaglia busca quedarse con la presidencia local del PRO. Su partido integra la alianza Unidos junto con la UCR, el Socialismo, el GEN y la UCD, quienes se encolumnaron detrás de la candidatura de Maximiliano Pullaro para ganar la Gobernación. Para el próximo proceso electoral, y ante las buenas mediciones de Javier Milei en las encuestas de su territorio, expresó su deseo de sumar a La Libertad Avanza. “Nuestra pelea es contra el kirchnerismo”, justificó.
Scaglia busca encabezar una propuesta de unidad para la renovación de autoridades en el PRO de Santa Fe y por estas horas dialoga con el sector que representa Federico Angelini, con quien llevan adelante negociaciones a contrarreloj. Las listas ya están presentadas para ir a una interna que defina la conducción del partido, pero hay tiempo hasta el domingo para llegar a un acuerdo que le ponga un freno a la elección partidaria que se realizaría el 29 de junio. Durante una entrevista la vicegobernadora advirtió: “Los partidos se conducen con quienes ganan las elecciones y yo gané una elección en mi provincia”.
La asunción de Maximiliano Pullaro y Gisela Scaglia
— ¿Cuáles son los cambios que incorporaron en Santa Fe en la lucha contra el narcotráfico?
— La forma en que estamos enfrentando y administrando todo el sistema penitenciario en Santa Fe es un desafío para la Nación también por las leyes privativas de la libertad que impulsamos. Eso de clasificar un preso, tener un régimen de alto perfil que realmente exista y que esté legitimado sin la posibilidad de que alguno después te hago un amparo. No solo en lo legislativo nos sirvió la Ley de Emergencia, también nos sirvió la Ley de Microtráfico, nos sirvió darle más poder al Ministerio Público de la Acusación porque eso le permitió a los fiscales tener más recursos y más poder a la hora de llevar adelante investigaciones. Después es la decisión política del gobernador de ir contra el narcotráfico y no retroceder aún en los momentos que son difíciles. Y eso creo que son los puntos bisagra. Creo que ahí está la clave. Cuando nosotros asumimos Rosario tenía 20 móviles y hoy estamos hablando arriba de 230, 250 en menos de cinco meses. Hay índices que están todos a la baja, no hay ninguno que no.
— ¿Qué hay de cierto sobre la ola de violencia que se gestó en Rosario luego de que el gobernador difundiera fotos de un penal al estilo Bukele?
— Una foto no dispara ese índice de violencia. Para nosotros esa violencia tuvo una definición muy clara que es la de narcoterrorismo. Nosotros entendemos que ahí hay terrorismo y lo que hicieron fue un acto terrorista asociado a la narcocriminalidad. Pero esos actos terroristas buscan infringir miedo, lo que buscaban era paralizar a la sociedad y que la gente le dijera “mira, no vayas a fondo en la pelea, aflojale un poco y pactá”. Y lo primero que nosotros dijimos fue “no hay pacto con los delincuentes”. Cuando tomas esa decisión de no pacto, obviamente que la respuesta va a ser buscar cómo atemorizar, de cambiarte las reglas de juego, generar ese pánico alocado que se que se vive en Rosario.
— ¿El gobierno nacional actuó de forma correcta o como esperaban en esa situación?
— Fue muy importante que el gobierno nacional en esos días – que fueron los más duros- dijera lo mismo que el gobernador, que tuviera el mismo mensaje. Para mí eso tiene una importancia clave. Para mí fue muy importante que hasta el Presidente de la Nación lo dijera, porque encontrar que el Presidente de la Nación dijera “no se pacta y no se retrocede”, también es una una garantía de que lo que estás haciendo tiene un respaldo nacional y sobre todo porque el narcotráfico es un delito federal. Imagínate que si esto que estábamos haciendo lo hubiéramos hecho con un Aníbal Fernández o con un Alberto Fernández que dijera “no, no, no, pero vamos a darle garantía. No estamos de acuerdo con el Gobierno de Santa Fe, vamos a permitirles a los presos que sigan recibiendo el delivery, que lo sigan visitando, que no sea tan estricto el control de la cárcel”. Hoy estaríamos quién sabe en qué manos.
Gisela Scaglia negocia a contrarreloj una propuesta de unidad para quedarse con la presidencia del PRO de Santa Fe
— ¿Qué opinas sobre la intención de la ministra Bullrich de bajar la edad de imputabilidad?
— Es necesario modernizar nuestra legislación, bajar la edad de imputabilidad va a darnos más herramientas para proteger a los chicos y chicas. En mi provincia los narcos buscan a los menores especialmente aprovechando que son inimputables. Esta política tiene que verse acompañada por políticas de desarrollo social, tenemos que contener, estar cerca, trabajar mucho con la escuela y con las organizaciones civiles de los barrios y los clubes.
— ¿Cómo cayó en Santa Fe las declaraciones de Cristina Kirchner cuando citó a Pullaro sobre ausentismo docente como un problema a resolver?
— Cristina apoyó a (Roberto) Baradel siempre y Baradel la apoyó a ella. Ninguna declaración de Cristina a mí me parece que pueda ser una sintonía o una comparación posible con nuestro gobierno, pero yo parto desde ahí y lo que ella hizo o no hizo quedará en su conciencia. Lo que nosotros estamos haciendo son actos de mucha valentía y de un trabajo muy serio y hay que animarse también en nuestra provincia a romper con prácticas que el sistema permitía, porque yo separo siempre al docente, al maestro de lo que el sistema hoy permite en la provincia de Santa Fe o permitía. Cuando vos queres romper algunas prácticas, que parece como que son derechos adquiridos pero que no son ningún derecho adquirido, sos como el malo de la película. Pero yo creo que el desafío de un buen gobernador es tomar decisiones difíciles y en Santa Fe.
— Luego de los cambios que reclamó Pullaro, ¿cree que la Ley Bases se tiene que aprobar?
— Creo que Santa Fe quedó muy bien porque nosotros nunca fuimos en contra de la Ley Bases. Nosotros fuimos en contra de algunos artículos de la Ley Bases que nos va a demostrar el tiempo que teníamos razón, que meterle otra vez la mano en el bolsillo a la producción y a la industria era un error insalvable para la Argentina. Hoy creo que los senadores deben darle la herramienta al Presidente.
Antes de ganar la elección general de Santa Fe, Maximiliano Pullaro y Gisela Scaglia ganaron las internas ante Carolina Losada
— Como integrante del PRO y aliada de Horacio Rodríguez Larreta en el 2023, ¿qué mirada tenés sobre la asunción de Mauricio Macri al frente del partido?
— Horacio no quiso dar una discusión adentro del partido y me parece que es correcto. Los partidos los conducen las personas que más los representan en términos de sus ideas y sus valores, y en este caso es Mauricio o quienes ganan las elecciones cuando hay procesos electorales. Me parece que está claro que Macri es quien mejor representa, quien fundó el PRO y quien puede hoy ser una voz de unidad adentro de un partido que requiere volver a encontrarse más allá de las diferencias de una elección. La elección ya pasó para mí. Las peleas de los porteños no nos sirven a los que construimos política territorial. Yo quiero que en mi equipo esté Patricia (Bullrich), que esté Horacio, que esté Mauricio, que esté María Eugenia Vidal, que estén todos. Creo que eso es el PRO. Nuestro partido es un partido que cuando surgió tuvo nuevos liderazgos, nuevos dirigentes, una mirada de la Argentina de cambio, una mirada de cambios estructurales. Espero que volvamos a refundar esa idea del PRO en el país, más allá de esto que pasó en una campaña electoral que yo creo que habría que hacer todos un mea culpa de por qué no la ganamos, pero la verdad es que el PRO no ganó la elección, ni la ganó Juntos por el Cambio. Tenemos que asumir que no somos gobierno, que hoy gobierna Javier Milei y que uno puede en ese gobierno prestar acuerdo parlamentario o no, pero somos un partido que todavía tiene mucho para darle a la Argentina.
— ¿El PRO es el más perjudicado con el triunfo de La Libertad Avanza en la pérdida de votantes, en comparación con la UCR y el peronismo?
— Nuestro votante eligió a Javier y no hay que ser necios en esto, es un voto que es muy similar. Eso hay que respetarlo y siempre se respeta quien gana la elección y se trabaja para que realmente llegue al final de su mandato. Quizás estamos asistiendo también a un cambio de época real en la política, algo que Mauricio lo decía mucho cuando era presidente, decía “este cambio es cultural, es muy profundo, es un cambio que hay que hacerlo” y creo que es lo que no logramos materializar como PRO. Hay un desafío pero también ese desafío no puede obturar otras voces ni puede obturar miradas críticas hacia algunas cosas. Vos podés ser un partido que acompaña y que critica pero en el buen sentido de la crítica. Pero me parece que el PRO tiene mucho para dar en este contexto. Y habrá que ver cómo son los procesos electorales y cómo es el año que viene pero yo nunca pierdo la identidad del partido en el que yo estoy. Yo no creo en las fusiones. Creo sí en la consolidación de proyectos políticos que puedan ser más amplios. En Santa Fe lo logramos unidos. Es algo muy amplio.
Horacio Rodríguez Larreta y Patricia Bullrich participaron de la elección general de Santa Fe para festejar juntos el amplio triunfo de Maximiliano Pullaro y Gisela Scaglia
—¿Por qué querés dar la pelea por la presidencia del PRO Santa Fe?
— Los partidos se conducen con quienes ganan las elecciones y yo gané una elección en mi provincia. Por lo tanto, creo que tengo que conducir este proceso como la persona que tiene el cargo más alto del PRO en la provincia de Santa Fe, con la mirada de un gobierno provincial que nosotros ganamos en las urnas y que a todos invité a participar.
— ¿Coincidís en que la discusión que se viene para la elección del año que viene es aliarse con Milei o ir por un construcción de centro como propone Martín Lousteau?
— Te voy a decir lo que dijo el presidente de la UCR en Santa Fe y yo lo ratifico: ojalá La Libertad Avanza quiera venir a Unidos por Santa Fe. Ojalá podamos ampliar más Unidos para que La Libertad Avanza sea parte porque nuestra pelea es contra el kirchnerismo o contra quienes nos dejaron la provincia como nos dejaron, contra quienes no tomaron decisiones en materia de seguridad, contra quienes nos dejaron una deuda de infraestructura muy grande, contra quienes tienen una mirada de la política de la cual no coincidimos en nada. Así como dos años no hubieras pensado que el PRO se podía sentar en la misma mesa a dialogar con el Partido Socialista, el GEN, y la UCD. Fue posible y estamos gobernando muy bien en Santa Fe. Yo siempre digo que Argentina tendría que ser más santafesina, más santafesina, más como esa mirada de lo que estamos haciendo que se puede, que es real.
— ¿Y a nivel nacional crees que el PRO debería hacer una alianza con La Libertad Avanza?
— Creo que hay un montón de propuestas de Milei que son propuestas que el PRO las repitió y las llevó adelante y en muchas no teníamos el contexto para llevar adelante. Pero no podemos dejar de coincidir que Argentina requiere volver a insertarse al mundo, que Argentina requiere acomodar la macro, que Argentina tiene que ser un país que tenga una macroeconomía ordenada, que deje de emitir, que baje la inflación. Yo no podría estar en desacuerdo con esas ideas. Tampoco podría estar en desacuerdo con que la educación tiene que ser un servicio esencial, porque es algo que nosotros propusimos desde el PRO. O con una reforma laboral o modernización del trabajo, porque Macri en el 2017 la tenía en su agenda. No pudimos sacarla la ley, pero la verdad que era un proyecto que nosotros impulsamos. O el cambio de una fórmula jubilatoria que nosotros sí pudimos hacer con 14 toneladas de piedras, pero llevamos y que después la cambiaron. Entonces es cierto que hay coincidencias en muchos temas.