En San Jerónimo Noticias continuamos con la serie de relatos donde reconocemos a personas, negocios y también instituciones que por distintos motivos han marcado -o todavía lo hacen- el quehacer cotidiano de nuestra población.
En el caso de hoy se trata de uno de los negocios tradicionales de la ciudad. Por ejemplo al hablar de bebidas se escucha muy seguido “vamos de la Cenci”, referente de los mejores precios de la zona y que además posee amplia variedad.
Hay más frases que son habituales, pero en este caso el receptor es el propio cliente… “Llevá, después me pagás”… Palabras esgrimidas a viva vos y con una sonrisa por Adriana, demostrando que la confianza y la lealtad son perennes al paso del tiempo.
Entretelones
El negocio nació el 19 de marzo de 1979 en la esquina de Rivadavia y Moreno, de la mano de Sergio Cenci y su esposa Isolina Kuchen, acompañados de sus hijos Adriana y Sergio Telmo.
Era una pequeña despensa de barrio con su dueño inmigrante italiano, quien llegó con muchas ilusiones y ganas de trabajar.
Al transcurrir el tiempo pudieron mudarse a su propio local, ubicado a pocos metros. Lamentablemente en 1992 Sergio falleció y su hija se hizo cargo del emprendimiento.
Después de muchos años “malos”, incontables horas de trabajo, enorme sacrificio y mucha constancia, logró “renacer” y transformarse en un hermoso comercio donde su dueña siempre está al frente.
La propietaria repite que cumplió su sueño de comerciante gracias a sus fieles clientes y también a los proveedores, quienes confiaron en ella… Adriana demostró que se puede tener constancia y seriedad, “que más de 45 años no son nada”.
Hoy disfruta de la familia, integrada por su hija Johana, su yerno Alexis y Mía, la nieta, quien pronto tendrá una hermanita.
“Más no puedo pedir, tengo salud, trabajo, una hermosa familia y muchos amigos con los que me encuentro a diario en el negocio”, expresa Adriana, la del “llevá, después pagás”, la de la sonrisa y la excelente atención en un comercio tradicional que no pierde sus raíces.




