Unos trece profesionales de la salud que trabajan en la guardia del hospital de Coronda fueron trasladados por intoxicación al Cullen.
La situación se generó a raíz de la atención a un hombre de 32 años que fue trasladado al efector tras haber ingerido un potente insecticida.
Al momento del traslado y de la atención médica en el efector de Coronda, unas trece personas, entre los que contaban profesionales del Sies 107, enfermeros y médicos que trabajaron en la guardia con el paciente, se intoxicaron.
“Todo el personal que estaba trabajando, enfermeras, médicos de guardia y hasta practicantes que intervienen resultaron contaminados”, enumeró la doctora Silvina Finochetti, directora del hospital de Coronda.
Según explicó la médica, se trata de un insecticida de banda amarilla, potente, volátil y de alto contacto. A pesar de que los profesionales contaban con todas las medidas de seguridad, el producto contaminó no solo a las personas sino también el ambiente.
“El olor era insostenible en todo el shockroom y en el resto del hospital”, aseguró la doctora. La intoxicación se generó no solo por contacto sino también por la volatilidad del producto.
A raíz de la situación, la guardia del hospital de Coronda permanecerá cerrada por 48 horas y evalúan trasladar los pacientes que se presenten a la clínica privada de la ciudad.