Miguel del Sel y el Chino Volpato crearon un mega espectáculo para no parar de reír y este fin de semana cerraron su visita a la ciudad de Santa Fe.
Los íconos del humor argentino, ex integrantes de Midachi, han puesto en marcha “Miguel y Chino en Banda” y precisamente Volpato dialogó con el exitoso programa de LT9 “Siesta Líder”, que conduce el periodista esperancino y colaborador de este portal, Juan Manuel Sánchez.
De primer nivel
“Estar en Santa Fe es especial para nosotros”, empieza diciendo, para luego destacar que en Carlos Paz realizaron “una temporada hermosa y fuimos premiados como Mejor espectáculo humorístico musical, además Mauricio Jortak fue elegido Mejor labor humorística y creo que nos vieron ‘viejitos’ a Miguel y a mí porque nos entregaron un reconocimiento por tanto tiempo en escena… La gente nos recontra acompaña y nosotros hacemos lo que tenemos que hacer, que es hacer reír”.
Tiempos difíciles
“La situación del país no está bien, no descubrimos nada nuevo. En más de 40 años de trayectoria, pasamos muchas así, por eso reconforta salir a escena y ver tanta gente que te espera para disfrutar del producto. Tenemos pasión por esto, por eso armamos un espectáculo digno para salir a la ruta”, dice el Chino.
“Nos dedicamos a hacer humor y nos pone felices lograr el objetivo de que la gente pase un buen momento… Tomamos riesgos, somos 25 personas trabajando alrededor del show y eso significa transporte para salas de teatro, gastronomía, hotelería y más viáticos, esto es una pyme y como tal hay que saber administrarla”, agrega en el extenso mano a mano a fondo con “Juanma” Sánchez.
Tierra adentro
“Salir al interior del interior es encontrarnos con la esencia de Midachi, de aquella primera época, es volver a ese tiempo y es encontrarnos con amigos y con el público que te acompaña. Es la gente que siempre te siguió y nos conoce a la perfección, personas que saben que no los vamos a defraudar.
Podrán reírse un poco más, un poco menos, pero la anchura y la estética es la de un gran espectáculo de humor. Puedo asegurar que nosotros abrimos la puerta y todo es fantasía. Sentimos que la gente es merecedora del mejor show que se puede hacer como en la calle Corrientes. Siempre fue nuestra postura. Podemos variar en las estructuras dependiendo de cada teatro, pero el espectáculo es igual”, cuenta.
Ping pong
– Más allá de los años de experiencia, ¿qué tiene de especial este momento?
– Es volver a cargarte de adrenalina. Este espectáculo lo empezamos a armar con Miguel en marzo del año pasado, lo fuimos trabajando de manera silenciosa con cada uno de los proveedores, la música, el guión, la convocatoria de los artistas, buscar a personas acorde con lo que pensamos que podía ser el show y con la puesta en escena.
Todo es maravilloso, pensar a cada momento cómo hacer que repercuta en el público. Saber cómo paso a paso va a reaccionar el público, esto es lo que te permite tener 40 años de experiencia, podrás errar en algunas cosas, pero ya sabés qué funciona y qué no. Eso por un lado, por otro lo lindo es salir de nuevo a la ruta, tomar mates, estar charlando, hacer notas con todo el mundo como lo estamos haciendo, todo esto nos hace sentir vivos.
– ¿Es difícil hacer humor teniendo en cuenta que han cambiado los tiempos?
– En nuestro caso no es tan así, aunque lo jugamos en el espectáculo, si bien hablamos sobre nuestra historia y el regreso, tratamos de decir “che mirá, estamos en este momento y hay cosas que no se pueden decir”.
Nosotros no somos de jugar con el público de manera agresiva, al contrario, por supuesto en un espectáculo de humor pasan miles de cosas, la platea, la gente… Pasan cosas interesantes que por ejemplo en una comedia dramática tenés que seguir haciendo el guion, en cambio en el humor está esa posibilidad de improvisar.
En este espectáculo hay un momento en el que aparece el Mago Saúl, que juega con la gente pero con un nivel que pocas veces se ha visto. Es un grande, se van a sorprender y se va a reír muchísimo con él. Cada uno entrega cosas para que todos salgan conformes y no herir a nadie, todo tiene que ser para que la gente se sienta feliz.
– ¿Qué te sigue sorprendiendo a la hora de subir al escenario?
– Uno sin querer se va profesionalizando, no hay títulos para esto, pero lo vas armando, vas teniendo en tu cabeza detalles. Sabés qué pasa, el murmullo de la gente cuando va llenando la sala, cuando ya está muy ansiosa, cuando ponemos la música y empieza a aplaudir.
Cada uno lo analiza, en mi caso lo hice después del último fin de semana para saber qué hay que agregar, qué pulir, qué mejorar… Estamos muy arriba de esto y por mi forma de ver, hay cosas que no puedo dejar de hacer.
Sentimos que con la puesta en escena que hicimos en Carlos Paz sorprendimos a todos, algunos pensaron que éramos Miguel y yo con una guitarrita y les caímos con un supermercado… Eso dio volumen y sorprende.
– Con entradas agotadas a cada lugar qué van, ¿valió la pena?
– Creo que la gente compra lo que quiere comprar, no es tonta, de ninguna manera. Quienes nos van a ver saben que encontrarán el código que les gusta, que no saldrán defraudados.
Me siento halagado, agradecido con el público y en este caso particular con los santafesinos como siempre. Veníamos por una noche y se agregaron dos más a sala completa. Nosotros empezamos acá y conocen nuestra historia. A ellos siempre nuestro afecto y agradecimiento. Valió y vale la pena.
-La última, ¿Midachi nunca más?
-Paramos en la época de pandemia y cuando quisimos reunirnos los tres no pudimos, entonces empezamos nosotros. Si el día de mañana tenemos la oportunidad de volver con Midachi volveremos, sino estará bien… Nos hemos sacado todas las necesidades artísticas que uno podría haber soñado y con Miguel nos estamos dando cuenta que el cariño de la gente sigue igual a pesar del paso del tiempo.