Llegó el día de su jubilación y Javier Fagioli decidió hacer algo especial: caminó 40 km desde la localidad de Soledad hasta San Justo, donde reside. La travesía a pie, realizada este jueves 31 de agosto, significó una suerte de “agradecimiento” a su carrera docente en dos escuelas técnicas, en una de las cuales tuvo oportunidad de ser director organizador y ayudar a crear desde cero.
“Son varios los motivos por los cuales decidí hacer esta caminata. Uno de ellos es la jubilación como docente en Soledad, en la escuela técnica 491 que ayudé a crear allá por el 2007; es decir, en agradecimiento a toda la comunidad escolar y vecinos del pueblo, por el trabajo que pudimos hacer todos juntos. El otro motivo de agradecimiento es a mi escuela de San Justo -la EETP Nº 277-, donde ejercí como docente más de 35 años y donde me formé. Quiero destacar el valor que tiene la educación técnica en el desarrollo de las personas como un recurso para toda la vida”, explicó Fagioli.
Otro impulso que lo llevó a hacer la caminata fue dar un mensaje sobre el cuidado de la salud y la importancia de realizar actividad física. “En un momento de mi vida llegué a pesar 150 kilos”, contó. “A través de esa toma de conciencia, de hacer un tratamiento y corregir muchos hábitos, estoy ahora en mi peso saludable, lo que me abre un abanico de oportunidades muy distinto”, añadió el ahora jubilado de 57 años.
Le llevó un total de 8 horas recorrer el tramo que conecta a ambas localidades y, durante la primera parte del recorrido -unos 3 km-, fue acompañado por estudiantes y parte de la comunidad educativa. “Todos los alumnos de la escuela junto a los docentes estuvieron a mi lado en el momento de la partida. La verdad que fue precioso; me lo guardo en el recuerdo para siempre. Y un montón de amigos, conocidos, distintos grupos a los cuales uno pertenece, se fueron acoplando a la caminata en distintos momentos”, dijo, cansado pero feliz.
De esta manera, el “caminante”, que trabajó 35 años como docente, festejó su retiro laboral. Antes, fue despedido con carteles y una medalla en un acto escolar, en escuela técnica de Soledad -el único establecimiento secundario del lugar-, donde fue director por 16 años.
Crear una escuela desde cero
“En el año 2007 se creó una escuela técnica con orientación en Electromecánica en Soledad, un pueblo de 1.200 habitantes. Sabemos todo lo que necesita una escuela técnica con esa orientación en cuanto a recursos edilicios, equipamiento, materiales para que los chicos puedan tener una educación de calidad y desarrollar sus prácticas”, recordó Fagioli.
“Tampoco había mucho conocimiento en el pueblo del potencial que brinda la educación técnica -aseguró-. Y bueno, ese fue el gran trabajo que me tocó hacer a mí, junto a mis compañeros: gestionar todo lo necesario para que todos esos chicos de Soledad y de localidades vecinas, tengan la misma oportunidad de formación. Fue un trabajo muy grande que hicimos con la colaboración de todos y que a mí me tocó encaminar. Todo eso generó un vínculo muy grande con las personas del lugar, con los alumnos y las familias”.
“La escuela tiene una preponderancia importante en la localidad y fue generando pertenencia en todo el pueblo”, cerró, convencido del camino que eligió recorrer dentro de la educación técnica y en la vida.