El comisario de la Policía Federal, Guillermo Gabriel Gallo, fue llamado a prestar declaración indagatoria por haber recibido dinero, junto con el subcomisario Leonardo Rafael Benítez, para autorizar un régimen diferenciado en el tratamiento del detenido Juan Ignacio Suris, condenado por narcotráfico y por montar una “usina” de facturas truchas.
La fiscalía indicó que le daban la posibilidad de tener elementos y electrodomésticos a su disposición, utilizar teléfono celular a discreción, y recibir visitas en cualquier momento y horario, entre otros
Esta conducta es tipificada como cohecho.
En tanto, expresaron que se realizaron compras en supermercados efectuadas por el personal de la dependencia a su cargo para el interno Suris, “resultan calificables en el delito de peculado.
Según la fiscalía Gallo incurrió en los delitos de abuso de autoridad e incumplimiento de los deberes de funcionario público al instruir a su personal subalterno la ejecución de órdenes contrarias a los reglamentos internos y no ejecutar las normas vigentes en materia de privación de la libertad.
Cabe destacar que Gallo es Comisario de la Policía Federal Argentina, asignado al cargo de Jefe de la División Unidad Operativa Santa Fe desde el 4 de noviembre de 2022.
Más detalles de la causa
En abril de este año el exjefe de la Policía Federal de Santa Fe, Leonardo Benítez, fue procesado con prisión preventiva por la causa que investigó el alojamiento vip que tuvo en la dependencia el financista Juan Suris, condenado por narcotráfico y montar años después una usina de facturas apócrifas para evadir el pago de impuestos a la Afip.
El fallo fue dictado por el juez Aurelio Cuello Murúa y declaró a Benítez presunto autor de cohecho pasivo, peculado, incumplimiento de los deberes de funcionario público, abuso de autoridad y encubrimiento doblemente agravado con violación de secretos por haberle permitido a Suris gozar de múltiples beneficios durante su “detención” en la sede de la PFA de calle San Martín al 3381.
Por el caso también fue procesado Suris a quien el juez lo encontró responsable de cohecho activo y encubrimiento agravado por haber abonado importantes sumas de dinero para su estadía en la federal y además por tomar presuntamente conocimiento de una serie de allanamientos se ejecutarían en la ciudad de Santa Fe a un clan narco, cuyos cabecillas aparecieron en una foto con el preso vip.
El procesamiento también alcanza a una comerciante de la ciudad de Victoria -en Entre Ríos-, identificada como Mariana Martínez, a quien le imputan haber pagado millones de pesos al entonces subjefe Benítez para darle un alojamiento distinto a Suris.
La medida judicial se dio en medio de que el Ministerio de Seguridad decidió descabezar, una vez más, la cúpula de la Policía Federal de Santa Fe, ya que tras surgir la causa se encontraba al frente de la dependencia santafesina el Comisario Guillermo Gallo. En su lugar, fue designado Jorge Ortiz, con procedencia del conurbano bonaerense, según revelaron fuentes de Seguridad.
El destape de la lujosa estadía de Juan Suris
Según fuentes judiciales, el trato vip que recibió Suris en la Policía Federal de Santa Fe se destapó a partir de una denuncia anónima que recibió de manera telefónica la Fiscalía Federal N°2, el pasado 22 de enero.
En aquella llamada, la persona denunciante informó a la Fiscalía el trato preferencial que el subjefe Benítez le daba al financista preso, el cual años atrás se hizo conocido por ser pareja de la vedette Mónica Farro y además por codearse con Leonardo Fariña, condenado por la conocida causa “La Ruta del Dinero K”.
La llegada de Suris a la federal santafesina se dio luego de haber sido detenido, en noviembre del 2023 en Esperanza (donde se encontraba radicado) para cumplir una condena impuesta por la Justicia federal de Bahía Blanca en el marco de dos causas: por comercio de estupefacientes, entre 2011 y 2013, y montar una usina de facturas apócrifas para evadir el pago de impuestos a la Afip. Tras su detención, Suris fue llevado hasta la PFA de Santa Fe hasta que se gestionara el cupo en el Servicio Penitenciario.
Sin embargo, el traslado nunca fue requerido y el recluso quedó detenido en la dependencia y gozó de múltiples beneficios otorgados por el subjefe Benítez. Entre ellos, tener comodidades y privilegios de los que no gozaba ninguno de los otros internos que se encontraban en la dependencia.
Asados y visitas a toda hora
La causa estableció que Suris se alojó durante un buen tiempo en el denominado “Casino de Oficiales” de la Policía Federal hasta que luego se dispuso el traslado a un calabozo con el resto de los reclusos.
De hecho, testigos indicaron que de manera reiterada se la pasaba en el despacho del subjefe. “Se pasaba horas en la oficina con Benítez, tomando café y tomando mate, comiendo picadas, asado y pedidos de McDonald”, contaron. Tal era el grado de confianza que tenía con Benítez que Suris solía utilizar su teléfono para hacer llamadas al exterior y hasta conocía la contraseña de desbloqueo del dispositivo móvil del funcionario policial.
El precio de su alojamiento quedó registrado en un libro en donde se registraron algunos de los tantos beneficios que tuvo en la sede. Por ejemplo, figuraban tickets de compras realizadas en un supermercado, el 15 de enero y 10 de febrero de este año, por la adquisición de varios kilos de carne para asado (chorizos, costilla, sobreasado o matambre), como así también carbón, verduras, vino y coca cola.
Los cargos judiciales también apuntan a que el financista habría presenciado el momento en que el subjefe Benítez comentaba a viva voz sobre doce allanamientos que iba a realizar la PFA en el marco de una investigación para desbaratar a una banda narco que opera en la zona del barrio Cabal de Santa Fe y cuyos cabecillas de ese engranaje criminal supieron sacarse una foto con Suris tiempo atrás.
Dichos allanamientos, se ejecutaron y tuvieron resultados negativos, revelaron fuentes judiciales. No obstante, la Justicia sospecha que Surís le pagó al subjefe Benítez una importante suma de dinero en pesos que fue entregada por la actualmente procesada en la causa Mariana Martínez, quien en su audiencia indagatoria se presentó como la “empleadora” del financista.
Tras el inicio de la causa, Suris fue trasladado hasta la cárcel de Ezeiza y lo último que se supo es que fue alojado en el pabellón de extranjeros.