Antes que nada, hay que aclarar que cada artefacto doméstico tiene un consumo distinto. Por ejemplo, una estufa chica de 2.500 kcal/h, la más habitual en las habitaciones, prendida durante 8 horas diarias, consume en un bimestre casi 134m3.
Una hornalla de la cocina, prendida 4 horas por día, consume al finalizar el bimestre aproximadamente unos 40m3.
Y un calefón, calculado para una casa de 2 personas, consume aproximadamente 67.80m3.
Algunas empresas han fijado en sus portales un “Simulador de Consumo” por artefacto, que permite realizar el ejercicio de manera sencilla para obtener un aproximado.
Los 3 consejos útiles para ahorrar gas y cuidar el bolsillo
1) Para calefaccionar el hogar, se recomiendan los siguientes consejos:
- Calefaccionar solo aquellos ambientes donde haya gente. En espacios grandes, cerrar accesos y puertas a otras habitaciones para concentrar el calor en un único espacio más chico.
- Regular el termostato a una temperatura ambiente de 20°C en invierno.
- No abrir ventanas para bajar la temperatura. Para bajar la temperatura del ambiente, mejor hacerlo desde el mismo artefacto.
- Utilizar burletes para que no se pierda el calor por las puertas y ventanas.
- Tener en cuenta que los pilotos automáticos representan aproximadamente el 10% del consumo del hogar.
2) En caso de utilizar el gas para cocinar es importante:
- Usar el horno con moderación, ya que consume lo mismo que 3 hornallas.
- Tapar siempre la olla para concentrar el calor.
- Apagar o reducir la llama de la hornalla cuando la cocción llegue al punto de hervor.
- No permitir que la llama de la hornalla supere el diámetro de la olla o recipiente de cocción.
- Evitar abrir la puerta del horno durante la cocción, ya que pierde mucho del calor alcanzado.
- Chequear y cambiar los burletes de la tapa del horno si fuera necesario.
- Recordar que las hornallas y el horno no son para calefaccionar el hogar, dado que no es eficiente, pero principalmente porque es muy peligroso.
3) Asimismo, si se utiliza agua caliente se sugiere:
- Usar conscientemente el agua caliente de la canilla.
- Ducharse en un tiempo razonable.
- Regular el agua caliente desde el artefacto para evitar mezclarla con agua fría.
- Usar aireadores y reguladores de caudal.