El chofer de la ambulancia de San Carlos Centro, Ezequiel Zmutt, oriundo de San Jerónimo Norte, recibió de la Central Operativa de Gálvez un traslado de urgencia para una mujer de 28 años en trabajo de parto.

Micaela Cerrudo, de 40 semanas de gestación, tenía programado un parto inducido dos días después, pero despertó con un fuerte dolor abdominal y decidió ir al hospital.

Mientras era atendida rompió bolsa y en poco tiempo pasó de dos centímetros de dilatación a siete. La guardia medica solicitó el traslado inmediato al hospital Cullen de Santa Fe.

Ezequiel arribó desde su base operativa en San Carlos Norte, a 6 kilómetros del hospital Suchón. Al llegar la enfermera Aranza Lopéz y la médica Carolina Borgna fueron las encargadas de acompañar a la paciente en el viaje de 55 kilómetros.

El chofer condujo en código rojo porque Micaela aumentó las contracciones y las médicas comenzaron a asistirla para el alumbramiento.

Ella estaba agotada tras tantas horas con dolor y contracciones y cuando la ambulancia iba por Circunvalación, a solo 3 kilómetros del hospital, se decidió detener completamente la ambulancia y abocar a todo el personal al inminente nacimiento del bebé.

Ezequiel con cierta euforia recuerda “tuve que colaborar inmediatamente, asistí con oxígeno a la mamá mientras la enfermera y la médica se preparaban para el nacimiento, en cuestión de minutos teníamos a la preciosa Aurora entre nosotros, apenas lloró y abrió los ojitos entregué toallas limpias para higienizarla.

Mientras Carolina cortaba el cordón, en otra toalla blanca cubrimos a Aurora y la dejamos en el pecho de la madre para continuar nuestro camino hacia el hospital con la tranquilidad y la satisfacción de haber realizado nuestro trabajo y ser parte del milagro de la vida, fue lo más hermoso que me pasó, se me caían las lágrimas de la emoción”.

Aurora Silva, de 3,300 kilogramos ingresó a la maternidad del Hospital Cullen en perfecto estado de salud junto a su madre, Micaela Cerrudo, quien vive con su esposo Gustavo Silva y su otra hija Evolet en el barrio Oeste de San Carlos Centro.

Recientemente Ezequiel visitó a la familia Silva para ver nuevamente a Aurora y recordar con entusiasmo el particular día de trabajo.

Micaela se mostró agradecida y feliz por toda la atención recibida y reflexionó: “Ese día fue todo muy rápido para mí, pero después, poniéndome a pensar mejor en todo lo que pasó, valoro mucho más lo que hicieron para que Aurora nazca. La doctora fue tan profesional y amable, me transmitió mucha seguridad y tranquilidad, yo estaba muy cansada y con cierto miedo y ella me dio la paz que necesitaba en ese momento.

La enfermera, una verdadera genia, no dejó de hablarme y acompañarme en todo momento y hasta sentí que ella hacía fuerzas conmigo, tengo solo palabras de agradecimiento para ellos”.