En San Jerónimo Noticias, el medio líder en la ciudad y alrededores, decidimos darle lugar a personas y personajes de la comunidad, saliendo del “día a día de la información”, para compartir con los miles de lectores detalles que hacen a nuestra idiosincrasia.
Hoy damos cuenta de Avelino Domingo Schinner, apodado “Puchili”, pero también llamado “El rey del locro”, merced a su buena mano para elaborar verdaderos manjares que distintas generaciones han saboreado en familia.
Hace más de 16 años empezó a dedicarle varias horas de preparación a esta comida con el objetivo de vender en nuestro pueblo, cuentan que primero eran unas pocas porciones, pero su fama se fue extendiendo y llegó a comercializar bastante más de 100 y eso que por lo general se seguían acercando, ante lo cual debía decirles “no hay más, será para la próxima”.
Entre miles de anécdotas, elegimos una: la vez que no paraba de llegar gente que solicitaba más porciones que las encargadas, por lo que hasta sacó lo del fondo de las ollas y al terminar se dio cuenta que había dejado sin comida a su propia familia, por lo cual tuvieron que salir a comprar empanadas… Un éxito rotundo.
Siempre al locro lo preparó con fuego a leña y arrancaba primero con los cueritos y huesitos de chancho, los chorizos y condimentos que le daban ese sabor tan particular.
El día anterior a la venta era el tiempo de pelar y cortar la verdura con su inseparable mujer, Marta Taivo, con quien lleva 46 años de matrimonio.
A la madrugada, cerca de las 5, arrancaba la puesta en marcha con el fuego de manera que al mediodía todo esté a punto y los habitantes puedan disfrutar de ese manjar.
Hoy “Puchili” tiene 81 años, padece ciertos problemas de salud y es acompañado también por sus seis hijos (Adrián, Lorena, Gisela, Sebastián, Ariel y Vanesa) y sus 11 nietos.
Desde este espacio, además de acompañarlo deseando que se recupere pronto, rescatamos su historia y la compartimos para que las nuevas generaciones conozcan algo del pasado y a la vez para que quienes ya tienen algunos años puedan revivir esos momentos únicos al acercarse a retirar porciones a lo de “El rey del locro”.



