El momento fue conmovedor y el párroco Víctor Pratti se conmueve cuando lo relata. El sacerdote de la Iglesia Inmaculada Concepción contó cómo fueron los minutos en los cuales mientras él daba la misa del jueves santo una joven, tras dar vueltas por la parroquia, tomó la decisión de dejar en la puerta a un bebé de apenas dos días de nacido, en perfecto estado, bien vestido, envuelto en una manta y con sus papeles.
“Fue conmovedor y me acuerdo y me conmuevo otra vez tanto por el bebé como por la mamá, no puedo dejar de pensar qué la llevó a tomar esa decisión, qué situación de violencia o pobreza la llevó hasta ahí”, dijo el cura, a poco menos de 24 horas del hecho.
El recién nacido, atendido en un primer momento y en la misma parroquia por personal de la policía de Santa Fe y por personal médico, fue trasladado al Hospital Provincial del Centenario, donde se presume que también había nacido 48 horas antes. Allí se encontraba este viernes en el Servicio de Neonatología, confirmaron a La Capital desde el Ministerio de Igualdad y Desarrollo Humano de la Provincia, así como la intervención inmediata de la Secretaría de Niñez de la provincia.
Una joven llorando
El hecho que culminó en el abandono del chiquito en la puerta de la iglesia comenzó varios minutos antes, cuando poco antes del inicio de la celebración de la misa varios feligreses e integrantes de la comunidad vieron en la parroquia “a una joven que daba vueltas con un bebé en brazos y llorando”, relató el sacerdote, que admitió que “en el marco de la Semana Santa, hay tanta gente conmocionada que nadie preguntó nada”.
El hecho es que el cura inició la ceremonia, tal como estaba previsto, y cuando habían pasado unos minutos una mujer de la parroquia detectó que adentro del templo, más específicamente señaló el cura “en el atrio”, habían dejado el bebé envuelto.
“Al principio, las mujeres no sabían qué era, se acercaron y se encontraron con que era un bebé, fue muy fuerte, entonces llamaron a la policía mientras yo seguía dando la misa”, relató Pratti.
Lo cierto es que al tiempo que el sacerdote terminaba de predicar y avanzaba la ceremonia, se veían luces azules, patrulleros y ambulancias. “Pregunté qué sucedía, me dijeron y ya se habían hecho cargo de la situación, no tenía sentido suspender porque estaba todo controlado”, dijo el párroco, que terminó su labor en el altar y se sumó al grupo que se había acercado a bebé para determinar cómo proseguir.
“Sereno y cuidadito”
Efectivos de la policía y personal de salud fueron los primeros que asistieron al recién nacido, que incluso en esos momentos recibió el pecho por parte de una mujer policía que también estaba amamantando. “Todos estuvieron muy bien, la asistencia que recibió y fue maravilloso ver cómo esa policía lo amamantó, fue muy emocionante”, dijo el sacerdote que minutos más tarde le dio el primer sacramento, el bautismo.
“Yo lo bauticé. Me pareció que era lo más lindo que podía darle, mucho más no. Y dejé el papelito del bautismo entre sus cosas, para que si hay una familia o lo que sea que pase, aunque ojalá vuelva su mamá, sepa que ya está bautizado”, continuó.
Pratti describe al niño todo el tiempo como un “bebé muy sereno y tranquilo”, y recalcó que la joven que lo dejó, presumiblemente su mamá, lo dejó “envuelto, bien vestido y cuidadito, incluso con sus papeles que en un principio pensamos que eran truchos, pero ahí estaba su documentación. Tenía dos días de nacido”.
Un episodio inédito
El sacerdote no sabe si es la primera vez que sucede un episodio así en los 130 años de historia de la parroquia, pero sí asegura que nunca lo vio en los ocho que él lleva a cargo del espacio de la calle Riccheri, donde no hubo quien no quedara atravesado por la situación.
“Me apena la mamá, lo que debe estar pasando por su corazón. Pobre piba para hacer eso, lo que tiene que haber pasado, la situación por la que estaría pasando”, no dejó de preguntarse el cura tras el hecho, que se lamentó de que nadie “nos hayamos acercado para poder seguir ayudándola”.
Lo cierto es que entre los papeles del bebé se confirmó que había nacido 48 horas antes en el Hospital del Centenario, donde estaba registrado. Allí fue trasladado e internado en “buen estado de salud” en el Servicio de Neonatología”. En tanto, en materia administrativa, desde la provincia confirmaron este viernes la intervención de la Secretaría de Niñez.