La víctima es un joven de 30 años de San Martín de las Escobas, que un año atrás decidió dedicarse a la producción de leche con el dinero de un retiro voluntario.
El sueño de un joven tambero de San Martín de las Escobas, en el centro santafesino, se truncó abruptamente en la noche del pasado miércoles 27 de septiembre, cuando delincuentes le faenaron 4 de las 11 vacas lecheras que tenía en ordeñe, más una vaquillona a punto de parir, además de despojarlo de todas la herramientas del tambo: mangueras, pezoneras, grupo electrógeno y una bomba de agua sumergible.
Un año atrás, Rodrigo Berta había decidido invertir el dinero de un retiro voluntario tras 11 años de trabajo en una planta láctea local. “Compré 4 vacas, empecé cuidándolas en la calle; me hice un techo para ordeñarlas en un pedacito de terreno que me dieron”, relató a Campolitoral.
“Estaba todo el día y la noche con las vacas en la calle”, recordó el joven de 30 años. Luego hizo la perforación, puso una alcantarilla, extendió alambres. Hasta que pudo comprar 2 vacas más y le alquiló 12 hectáreas a su padre, que un amigo le sembró con pastura. El esfuerzo seguía dando frutos y, tres meses atrás, en un remate, “pude comprar 4 vacas en ordeñe con la Cooperativa Guillermo Lehmann; calculá, para mi era una locura… estaba feliz de la vida”, relató.
La relación con la láctea que lo había empleado se mantuvo, porque no sólo le entregaba su producción diaria sino que además allí le dieron facilidades para consolidarse. “A la ordeñadora me la compraron ellos, para que deje de ordeñar a mano”.
Así, con 11 vacas en ordeñe, Rodrigo estaba produciendo unos 290/300 litros diarios. “Para mi era un mensual espectacular, me daba para pagar la cuota de las vacas; es más, el domingo me iba a ir a Rafaela para ver si podía comprar 3 o 4 animales más; pero ahora con esto no se qué hacer”, se lamentó.
El campo donde sufrió el despojo está ubicado a 8 kilómetros del pueblo, rumbo a San Jorge. Allí fue donde, en la madrugada del jueves 28 de septiembre, se encontró con el peor escenario imaginable. “Fui al campo a ordeñar, como todos los días”, relató. Lo primero que lo alertó fue que las vacas no estaban donde las había dejado la noche anterior. “Me llamó la atención, porque no son de hacer eso, donde las dejo, quedan”. Estaba por aclarar y a medida que caminó hacia el interior del establecimiento fue percibiendo algunas señales. “Cuando me bajo de la camioneta y me arrimo al corral a ver, me encuentro con eso que se ve en el video”, dijo, en relación a un registro que se viralizó en redes sociales donde se observan los cadáveres de las vacas descuartizados. “Las vacas estaban en producción, las había ordeñado el día anterior y la vaquillona estaba al parir”. A las lecheras sólo le sacaron las patas y los lomos.
Tras el macabro hallazgo -continuó el relato-, se dirigió al tambo y descubrió que se lo habían desmantelado. “Me doy cuenta que me habían desarmado todo, me robaron las mangueras, las pezoneras, los pulsadores, el grupo electrógeno, una bomba de agua sumergible con caño y todo; un desastre me hicieron, me cortaron las piernas porque no puedo seguir trabajando”.
Berta contó que, en medio de la conmoción, un vecino se comunicó inmediatamente con la Guardia Rural Los Pumas. Los uniformados fueron al campo y en su compañía siguieron los rastros de los delincuentes. “Daban vuelta los cuadrados como para perder el rastro”, hasta que en un camino perdido encontraron los huesos de las patas. “Los rastros los seguimos, llegan al camino central y vienen para el lado de San Martín, así que hablé con el presidente de la comuna, que puso a disposición las cámaras de video vigilancia pero no se ve nada”, agregó.
Mientras trata de aclarar las ideas para decidir cómo continuar, contó: “hoy ordeñé a mano las 6 vacas que me quedaron, porque pobrecitas no tienen la culpa; estaban duras de leche y les saqué 98 litros”. Para llevarles agua le prestaron un carro, que le llenó de bebida un vecino a 1.500 metros. “Así que por lo menos tienen agua”.
Tiempo atrás, a Rodrigo ya le habían robado 2 vaquillonas en pie. “Ya estoy acobardado, tanto esfuerzo y sacrificio de todos los días, porque estoy de lunes a lunes, para esto… la verdad que te desmoraliza un montón”, se apenó.
“Todos me dicen que no tome decisiones apurado, pero no dan los números, no hay forma; no da para seguir con 6 vacas, está muy torcida la economía; con 6 no dan los números; mi pensamiento es vender”, concluyó.
Por Juan Manuel Fernández / El Litoral